En el año 1948, la Asamblea Mundial de la Salud proclamó el 7 de abril como Día Mundial de la Salud. Esta fecha fue escogida en conmemoración a la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y dos años después, se formalizó con la necesidad de crear conciencia sobre las enfermedades mortales mundiales y promover hábitos sanos en las personas.
Adhiriendo a esos criterios pero adecuándolos a visiones más específicas, en las Conclusiones de la Conferencia Internacional del Trabajo de junio de 2003, se estableció el 28 de abril como el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, haciendo hincapié en “la prevención de los accidentes y las enfermedades en el lugar de trabajo”, con un “enfoque en las personas: inclusivo, integrado y que tenga en cuenta las cuestiones de género”; apoyándose para ello, en el “tripartismo y el diálogo social”; como pilares insoslayables de la OIT para la resolución de problemas. Es justo destacar que la trascendente fecha ya era utilizada por el movimiento sindical mundial para celebrar su Jornada Internacional de Conmemoración de las y los “Trabajadores Fallecidos y Lesionados”; honrando la memoria de las víctimas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, con movilizaciones y campañas en todo el mundo.
Sin dudas es mucho lo que se ha avanzado en materia de salud y seguridad en el trabajo, pero también hay que reconocer que la siniestralidad laboral y las enfermedades profesionales, siguen impactando de manera muy negativa sobre los indicadores anuales de hechos sucedidos que podrían haberse evitado. En ese sentido, las trabajadoras y los trabajadores, debemos asumir el compromiso de liderar acciones transformadoras para que cada instancia de diálogo social, sea aprovechada con el fin de impulsar una cultura de prevención de la seguridad y salud, que ayude a disponer de un ambiente laboral preparado para enfrentar y neutralizar los riesgos habituales, como así también los aún desconocidos.
Frente al compromiso de asumir actitudes transformadoras
A pesar de que existe un consenso cada vez mayor de que la inversión en seguridad y salud en el trabajo (SST) es clave para lograr un desarrollo sostenible, siguen existiendo importantes retos para que ello se asuma de manera efectiva y se comprenda que los déficits en estas cruciales cuestiones, tienen una consecuencia directa y muy negativa sobre los aspectos centrales de prevención que están destinados a eliminar o reducir los riesgos en los lugares de trabajo, como por ejemplo sucede en los siguientes casos:
- Información insuficiente sobre las limitaciones y los incentivos de la mejora de las condiciones de SST, y datos inexactos sobre las muertes, lesiones y enfermedades profesionales y su impacto en el desarrollo sostenible;
- Legislación, reglamentos y políticas inadecuadas en materia de SST;
- Falta de capacidad necesaria para la prevención, el cumplimiento y la aplicación de la normativa en materia de SST;
- Insuficiente concienciación y comprensión de los peligros y riesgos laborales y de la necesidad de contar con lugares de trabajo, seguros y saludables[1].
Si en conjunto conseguimos producir un
cambio en el modo de ver, pensar y actuar, sobre estas relevantes
preocupaciones, seguramente lograremos resultados que perdurarán en el tiempo;
especialmente cuando podamos aprovechar a pleno espacios como los “Comités Mixtos de Salud y Seguridad”, que brindan la oportunidad
de un diálogo transparente, entre las partes involucradas en las tareas y la gestión
laboral. Mientras tanto, aprovechemos este “28 de abril” y cada nueva conmemoración
o actividad, nacional, regional, o internacional en donde se traten estos temas,
para reflexionar sobre este flagelo que sistemáticamente mata o invalida a
millones de trabajadoras y trabajadores por año; para así adquirir nuevos
conocimientos, intercambiar información, y contribuir a fomentar una cultura
preventiva que ayude a impulsar programas o acciones que permitan “proteger los derechos laborales y promover
un entorno de trabajo digno, seguro y sin riesgos para todas y todos los
trabajadores”; tomando como referencia los Objetivos para el Desarrollo
Sostenible (ODS) establecidos por la Organización de la Naciones Unidas,
especialmente los Objetivos #3 y 8, como así también los Objetivos #11, 12, 13,
y 16; con un enfoque inclusivo, integrado y que tenga en cuenta las cuestiones
de género.
Este material de difusión, fue desarrollado para orientar a compañeras y compañeros bancarios, en la normativa nacional más trascendente y los convenios de OIT pertinentes; como así también, en el ejercicio del cuidado personal y colectivo, mediante prácticas cotidianas que, además de actualizar capacidades, garanticen que los elementos, instalaciones y procedimientos de trabajo, sean usados o implementados en forma apropiada para que las medidas de prevención, brinden los resultados esperados en cuanto a la protección de la salud, la seguridad y el medio ambiente laboral.
Con el mismo propósito, desde la Secretaría de Cultura y Educación Nacional, seguimos sosteniendo un blog destinado exclusivamente a las cuestiones de Salud y Seguridad Laboral, desde donde se puede acceder a las últimas novedades sobre la materia, y a otros sitios que de una u otra manera, están vinculados a esta temática.
Tanto estas como otras medidas que iremos implementando, responden al cumplimiento de las pautas fijadas en el despacho de la Comisión de Salud y Medio Ambiento, aprobado por el 48º Congreso Nacional Bancario.
Este Día Internacional de la Salud y Seguridad en el Trabajo, es también una buena ocasión para rendir un sentido y permanente homenaje a nuestras compañeras y nuestros compañeros fallecidos como consecuencia del COVID19, y a quienes han padecido algunas de las tantas enfermedades profesionales o accidentes producto de su actividad laboral.
Finalmente, cabe destacar que para el corriente año, la OIT ha sugerido que las intervenciones que se realicen sobre cuestiones de Salud y Seguridad en el Trabajo, giren alrededor de “la participación y el diálogo social en la creación de una cultura de seguridad y salud positiva”; una consigna que parece más que apropiada para enfrentar los momentos tan difíciles que atraviesa la humanidad y los continuos riesgos en materia de SST que nunca faltan en el mundo del trabajo. Ojalá llegue pronto el momento de que la cultura de prevención predomine sobre la indiferencia o la especulación, porque ese día las trabajadoras y los trabajadores habremos dado un paso muy importante en resguardo de la vida, el trabajo digno, los derechos humanos, y los Objetivos del Desarrollo Sostenible.
Confiando en que sabrán sacarle buen provecho a este material de difusión que se puede descargar desde aquí, como al resto de los documentos, noticias y vínculos que se ofrecen desde este blog de SST, nos despedimos dejando un fraternal abrazo.
Sergio Palazzo
Secretario General Nacional
Asociación Bancaria
Matías Layús
Secretario de Cultura y Educación Nacional
Asociación Bancaria
[1] Fuente: Seguridad + Salud para todos: Programa de referencia de la OIT
– Estrategia Fase II 2020-2025
